miércoles, 30 de junio de 2010

Capítulo 12 - "Ann Arbor"


Aaron se encuentra en un gran salón de clases, junto a otros jóvenes, en la Universidad de Australia. Un profesor está escribiendo con tiza algunas ecuaciones en el pizarrón.
- Ok, espero que resuelvan ésto para la próxima- dice el catedrático, dejando a un costado la tiza y sacudiéndose las manos para limpiarse el polvillo.
Todos los jóvenes se levantan, cierran sus computadoras portátiles y se disponen a salir.
- Littleton! Por favor, espera un momento- grita el profesor acomodándose la corbata.
El muchacho se acerca hasta donde está el hombre que lo ha llamado y le responde:
- Dígame, Profesor-
- Tienes un momento? Podemos ir a la cafetería?- Interroga el docente.
- Claro, Sr. Faraday- contesta el jóven, alegre.


Kate se encuentra inconciente, atada a una rueda de madera que reposa sobre la pared del pozo. Tiene un golpe en la cabeza por donde brota un poco de sangre. De pronto despierta y ve bajar por la escalera a Aaron con un cubo de agua y una esponja. El jóven se acerca y pasa la esponja por la herida de la cabeza de Kate.
- Hijo…eres tú?...tenemos que salir de aquí- balbucea Austin algo aturdida.
- Shhh, no hables Kate, pronto te recuperarás. Jack y yo cuidaremos de ti- dice Aaron mientras retuerce la esponja.
- No…él no es quien dice ser…escúchame, hijo…- implora Kate haciendo esfuerzos inútiles por desatarse.
- Calma madre, estaremos bien- concluye el muchacho.


Sawyer entra violentamente a la tienda donde se encuentra Benjamin.
- Qué sucedió, James?- pregunta éste último, como adivinando la respuesta.
- El maldito tiene a Kate, y no hay noticias de Aaron- responde Sawyer
- Esas no son buenas noticias, James- dice Ben
- Me puedes decir por qué estás tan tranquilo, y porque está este bodoque aquí?- pregunta Ford, al notar que Hurley está también en la tienda.
- Porque nosotros “sí” tenemos buenas noticias, dude- exclama Hugo.


En una pequeña mesa de cafetería están sentados Aaron y Daniel Faraday.
- Lo que usted me dice profesor es prácticamente imposible aún – dice el joven
- Espera, te mostraré algo- dice Daniel, sacando una libreta y buscando nerviosamente una página en particular. Luego de hallarla le muestra una ecuación al muchacho. Este sonríe y dice:
- Es una maravillosa teoría sobre viajes en el tiempo, pero es solo eso, una teoría. Hasta ahora todos los viajes que he realizado son gracias a la heroína-
- Aaron, debes venir conmigo a Ann Arbor - dice el profesor
- Está bromeando?- pregunta el chico con visible sorpresa.
- No estoy bromeando, voy a aplicar una teoría, y si llego a fallar tú tendrás la oportunidad de solucionarlo- contesta Faraday con cierta preocupación.



En una de las tiendas del campamento charlan tres hombres.
- Me puedes decir cuales son las buenas noticias?- pregunta Sawyer a Hugo, elevando la voz.
- Locke fue en busca de Jack – responde el obeso hombre. James vuelve a preguntar:
- John Locke? Pero como demonios….?-
- Descuida, dude, para entender bien todo esto necesitarías casi veinte años en esta isla- responde Hurley buscando la sonrisa cómplice de Ben, mientras Sawyer permanece desconcertado.


Faraday y Aaron entran a una vieja casona en la ciudad de Ann Arbor. Dentro de ésta se pasean decenas de estudiantes pertenecientes a la universidad de Michigan. El hombre y el muchacho suben unas escaleras que rechinan al pisarlas, y luego de caminar por un pasillo Daniel abre una puerta que tiene el número 23. El joven entra al cuarto y puede observar a dos hombres discutiendo sobre unas teorías, uno de ellos con unos anteojos muy “vintage”, y ambos con pantalones Oxford.
- Señores, les presento a Aaron Littleton- dice Faraday con un tono ceremonial. Los hombres responden con un saludo.
- Encantado de estar aquí – responde Aaron mientras enciende un cigarrillo.


Kate, sigue cautiva en el pozo. Aaron está concentrado en unas hojas amarillas y las compara con unas notas que ha sacado de su bolsillo.
- Por Dios Aaron ¿qué te ha hecho Jack? – grita Austin tratando de safar de sus ataduras.
- El no me ha hecho nada, Kate. Solo hemos hecho un trato- dice el chico tranquilamente, sin mirar a la mujer.
- Aaron, ese hombre que dice llamarse Jack es un maldito monstruo - dice Kate
Aaron se acerca a Kate y arrodillándose para mirarla a los ojos, le dice susurrando:
- Lo sé, siempre lo supe –


Aaron está en el cuarto universitario de Ann Arbor, observando como su profesor y los otros dos hombres guardan un mameluco gris en sus maletas.
- Entonces ya no volverá a la Universidad de Australia?- pregunta el jóven a Daniel.
- No, ya es hora de volver, hay hombres en peligro dentro de la Iniciativa y tengo que avisarles para que evacúen lo antes posible- responde Faraday y agrega:
- Espero que sepas que hacer cuando llegue el momento-
- Buen viaje – exclama el joven, haciendo un guiño de ojo a su profesor.


Aaron permanece sentado en un banco del parque, perteneciente al Hospital Psiquiátrico donde se encuentra su madre. Un enfermero trae a Claire. Ella lleva el cabello corto y algunas arrugas se notan en su blanco rostro.
- Vine a despedirme de ti, me voy a Corea – dice el joven sin recibir ninguna respuesta de la mujer, que se distrae mirando sus propias manos.
- No voy a volver, espero que sigas bien, Claire – insiste el muchacho tratando de lograr alguna reacción en su madre. Pero al darse cuenta que es inútil se levanta y se dispone a marcharse. Pero ella, lo toma de un brazo y lo detiene.
- No dejes que él te engañe- susurra Claire


Jack está encendiendo una fogata a unos metros del pozo donde están Kate y Aaron. De pronto siente una presencia a sus espaldas. Rápidamente se voltea.
- Hola Jack!- saluda Locke con una sonrisa
- Hola John!- responde Shephard, tambien sonriendo.
LOST

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