miércoles, 30 de junio de 2010

Capítulo 2 - "El Aviso"


Aaron y Ji Yeon atraviesan un campo de juncos. De a poco el sol comienza a calentar, y el aspecto fantasmagórico de la isla empieza a convertirse en paradisíaco.
- No esta tan mal despues de todo, es preferible estar aqui que escuchar los sermones de la abuela, alli en Australia - dice animado el muchacho. La joven sin mirarlo y sin interrumpir su marcha le dice:
- Tu abuela ha tenido demasiada paciencia contigo, no eres mas que un vago y un adicto a la heroina. -
Aaron la toma de un brazo y descarga sus palabras con furia:
- Crees que eres la única victima aqui, verdad? La pobre huérfana....que ha pasado toda su maldita vida en un palacio satisfaciendo sus caprichos de princesa. No tienes idea de lo que yo he vivido. -
Y luego que dice esto, suelta su brazo bruscamente y adelanta el paso, como sumergido en recuerdos.

Una mujer rubia y un niño de unos 10 años, ingresan a un hospital psiquiátrico. Llegan hasta un salón donde hay muchas mesas y sillas. En algunas hay pacientes con algun que otro familiar. La mujer y el niño se sientan junto a una ventana. Un enfermero ayuda a una mujer, tambien de cabellos muy claros pero desordenados, a sentarse con ellos.
- Aaron, saluda a tu madre - le indica Carole Littleton a su nieto.
- Ella no es mi madre!!!! - grita el muchacho al tiempo que corre alejandose del lugar.


- En que piensas Aaron? - pregunta Ji Yeon alcanzando a su compañero.
- Tu tambien estas loca de remate - le contesta el joven con una sonrisa burlona.


Un campamento en medio de la jungla parece convulcionado. En unas de la tiendas hablan dos personas.
- Tenemos que mudar el campamento, estamos demasiado visibles aquí – dice Ben a un muchacho que lo mira perplejo, y exclama:
- Se lo diré a mi madre, a ella no le gustará nada esto –
Ben se queda preocupado, mientras desempaca una mochila que traía con el, que esta repleta de armas.

Aaron y Ji Yeon descansan a la vera de un arroyo. Ella se refresca la cara con agua cristalina.
- No puedo entenderlo, a pesar de haber nacido aquí no puedo recordar nada – dice el muchacho melancólico.
- Será porque eras solo un bebé, tonto – dice la joven con un aire de superioridad. Y agrega:
- Las drogas te han atrofiado el cerebro –
El joven no contesta, parece sumergido en recuerdos no tan lejanos.

Un grupo de jóvenes estan sentados en las oscuras escaleras traseras de la Universidad Santa María de Sidney. Uno de ellos lleva un reproductor de musica en el que se escucha una canción de Drive Shaft.
- Prueba esto Aaron – dice uno de los muchachos ofreciendole una pequeña bolsita con heroína. El joven algo inocente toma la bolsa.



Aaron deja sus pensamientos y exclama:
- Gracias a ti y a tu abuelo ya no me drogo, y lo sabes –
La muchacha sin prestarle mucha atención le ordena:
- Claro, es momento de seguir camino -

El sol del mediodia cubre la isla y enceguece los ojos de los dos jóvenes que siguen caminando por la jungla, es por eso que no ven a una mujer de cabellos rubios recogidos en una trenza. Ella los sorprende por detrás y les apunta con una escopeta.
- Lentamente den la vuelta y levanten las manos – dice la mujer misteriosa, muy decidida a disparar. Aaron y su compañera obedecen sin decir palabra alguna.
- Zach, mira lo que he encontrado! – grita la mujer dirigiendose ahora a un hombre que aparece de entre los arboles, tambien munido de un arma.
- Vamos Emma, llevemoslos al campamento- dice este ultimo, pero en un descuido de ambos, Ji Yeon le da un golpe certero de arte marcial en el tobillo a la mujer haciendo que caiga y pierda la escopeta. Intenta seguir golpeándola, pero se da cuenta que Zach apunta con su arma en la cabeza de Aaron, asi que se decide a escapar rapidamente de escena y perderse entre la vegetación. Se escuchan disparos que salen de la escopeta de Emma, que nuevamente esta en su poder. Pero son inútiles ya que Ji Yeon ya esta muy lejos.

Aaron fuma en su cuarto, esta recostado en su cama con una computadora portátil. Escribe una y otra vez un nombre en el buscador: Katherine Anne Austen.
- Maldición, desaparecida, es lo unico que figura…- exclama el joven pensando en voz alta.
De repente, siguiendo el mismo rastro accede a un aviso que dice:
“ Se busca a los sobrevivientes del vuelo 815 de Oceanic “
Aaron abre la página, solo hay un numero de teléfono con muchos dígitos. Inmediatamente toma su celular y hace una llamada internacional. Del otro lado alguien le contesta en un idioma que no entiende.

Dos personas parecen estar muy nerviosas en la zona de abordaje del Aeropuerto de Los Angeles.
- Señorita Hannah Arendt y Señor Martin Heidegger, bienvenidos. Sus pases estan en orden, pueden abordar el avión, que tengan buen viaje – dice la empleada con una sonrisa forzada, luego de chequear que está todo en órden.
La pareja ingresa por un largo túnel y pronto se encuentran en el avión buscando sus ubicaciones. Mientras hacen esto,ella le pregunta a él por lo bajo:
- Sawyer, estas seguro que nuestras identidades no serán descubiertas? –
El, tambien susurrando, le contesta suavemente al oído:
- Soy estafador, Pecas, ya lo olvidaste? Ahora solo piensa que en unas horas estaremos en Tenerife, donde nos espera Richard, luego cada uno podra hacer de su vida lo que le plazca. –
Ella le muestra a él que ha encontrado sus ubicaciones, y ambos se sientan tranquilos. Un joven de color pasa por el pasillo del avión con una bolso de mano. Ellos parecen reconocerlo.
- Ese no es….Walt?- dice Kate
A lo que Sawyer responde:
- Hijo de perra! –


LOST

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