miércoles, 30 de junio de 2010

Capítulo 9 - "Hijo de la Luz"


Un templo majestuoso se levanta de entre la espesa vegetación de una isla. Apostados en sus grandes columnas hay hombres con el torso desnudo y en sus fornidos brazos llevan lanzas. Un mensajero entra al templo a toda prisa, cruza los amplios salones, en cuyas paredes hay centenas de jeroglíficos y pinturas alegóricas. Llega hasta una especie de trono donde hay una hermosa mujer vestida con túnicas blancas y un pequeño niño.
- Mi Señora- dice el mensajero haciendo reverencia a la dama y continúa:
- Set ha desembarcado en la isla y lamento decirle que luego de una extenso duelo, ha dado muerte, a Mi Señor.
- Osiris!!! Esposo mío!!!- grita la mujer rompiendo en llanto
- Por favor, Tauro, oculta al niño, llévalo lejos de aquí- indica la mujer a su sirviente leal, desgarrada de dolor.

Un hombre y una mujer oscuros como el ébano están a las puertas del templo, los guardias le impiden el ingreso mostrando sus lanzas.
- Si no retroceden, sentirán mi poder, que es mucho mas que la fuerza de una legión de soldados- les dice el hombre a los guardias pero estos no retroceden.
De repente, una nube negra alza a los guardias por el aire hasta despedazarlos. Después de esto el hombre y la mujer entran al templo.
- Por qué haz hecho esto, Set?- pregunta la reina, bajando de su trono y echándose a los pies del hombre que ha llegado.
- Mi querida Isis, sabes que la Luz de Ra, siempre me ha pertenecido- dice el hombre mirando con desprecio a la mujer que solloza.
- Mátame aquí mismo y dale fin a esta amargura que me haz provocado- suplica la mujer
- No hasta que me digas donde está Horus, tu hijo-
Pero la mujer saca una daga y sin dudarlo la clava en su corazón, suicidándose.

Set y su mujer están sentados en el trono, ha pasado el tiempo y ella está en cinta.
- Tueris, esposa mía, pronto volveremos triunfantes a Luxor, llevando la Luz de Ra- dice Set a su mujer
- Esposo mío, he visto en tus ojos y todo lo que he visto fue maldad. Tu llevarás destrucción y guerra a nuestro reino- dice molesta, la mujer
Set no duda en darle una bofetada en la cara. La mujer corre hacia unos de los aposentos.

Tueris está caminando por la jungla. Acaricia su vientre mientras observa las flores gigantescas que abundan en el lugar. De pronto un muchacho se le aparece por delante y la sorprende diciendo:
- El niño que llevas en tus entrañas no te pertenece-
- Quién eres tú?- pregunta Tueris, pero el muchacho desaparece en la jungla.

Es de noche, Tueris pasea sola por los balcones del templo. De repente, alcanza a divisar que alguien la llama desde abajo, pero no alcanza a divisar de quien se trata a causa de la penumbra. Ella baja las escaleras y se acerca a la persona que la llamó.
- Venga conmigo, la llevaré donde obtendrá las respuestas que busca- le dice Tauro.

Caminan largo tiempo por la costa sin ser vistos. La mujer se detiene por momentos, tomando su abultado abdomen. Llegan hasta una especie de casa rectangular de piedras, que esta sobre la playa. El sirviente, sugiere a la mujer que ingrese al lugar.
Dentro de esta construcción hay una gran pira, donde arde el fuego sagrado. En la pared un grabado de Isis, extendiendo sus alas como una diosa, y al lado de éste hay un muchacho de pié, obsevándo el dibujo con nostalgia.
- Eres tu! Eres Horus, el hijo de Isis y Osiris!- exclama Tueris
- Debes saber que tu hijo no nacerá - dice el muchacho sorpresivamente
- Cómo dices? Cómo te atreves a decir eso del hijo del Rey Set!- grita indignada la mujer
El muchacho se acerca a la pira y dice, con el rostro resplandeciente por el fuego:
- La profecía dice que un niño será engendrado por la misma Luz de Rá, en el vientre de una mujer que morirá antes del parto. Pero ella será llevada a la Luz, donde el niño reencarnará en el vientre de otra mujer. Sus padres finalmente morirán porque este niño nunca les ha pertenecido. El niño volverá a la Luz, que es su creadora. El obrará milagros, traerá justicia y equidad.-
- Nooo!!!- vociféra la mujer y sale corriendo del lugar.
Al llegar al Gran Templo, Set sale a su encuentro diciendole:
- Donde haz estado, mujer?-
La mujer hace oídos sordos al reclamo de su esposo, y se dirige hacia sus aposentos.
Set la toma por un brazo con gran fuerza, haciendo que su mujer se queje de dolor.
- Haz estado donde Horus, dime la verdad y llévame con él- dice el rey
- Si no te lo digo vas a matarme, esposo mio?- dice Tueris y en ese mismo momento rompe la fuente de aguas.

Varias comadronas atienden el parto, pero parece complicarse y la madre pierde mucha sangre. Finalmente la madre y el niño mueren.
Un soldado del rey ingresa y le comunica a Set que han encontrado el lugar donde Horus se oculta, pero que éste no está allí.
- Ordena a los arquitectos construir allí una gran estatua de mi esposa Tueris- dice Set
Mientras tanto, el cuerpo de la mujer fallecida descansa en el lecho mortorio, en la soledad de su aposento. Una misteriosa nube blanca entra por la ventana y se la lleva. La conduce por la jungla, hasta llegar a una cascada donde hay una poderosa luz. La mujer es depositada en un arroyo que la transporta hacia la luz, donde luego desaparece.
- Set lo encontrará, mi Señor Horus- dice Tauro a su amo
- Tarde o temprano tendremos que enfrentarnos. La lucha entre nosotros no terminará por ahora. Seguirá por siglos. Cuando Set muera, será otro, y luego otro…lo importante es que “la maldad” no salga de ésta isla- dice sabiamente Horus.
- Que es esta isla, mi Señor?- pregunta el leal sirviente
- Es el gran contenedor de la Luz que alimenta a los dos grandes pilares que sostienen a este mundo: el bien y el mal- responde el misterioso muchacho, pero el sirviente, aún no conforme con la respuesta, vuelve a preguntar:
- Y en algún momento se acabará el mal?-
- Que sentido tendría el bien si no existiría el mal?- dice sonriendo Horus
- Entonces la profecía…ese muchacho hijo de la Luz…el no terminará con el mal?- insiste Tauro.
- El no vendrá para eso, el vendrá a resucitarme - concluye Horus mientras se vuelve a convertir en una nube blanca y se pierde por la jungla.
LOST

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