- Vamos Lara, sube con el niño al submarino- ordena Pierre Chang a su esposa.
Ella se resiste, su hijo Miles parece inquieto en sus brazos. A desgano sube al submarino. Chang permanece un buen rato en la plataforma, como adivinando de que esa será la última vez, que ve a su mujer y su hijo.
En una suntuosa oficina, dos hombres enfundados en impecables trajes están de pie, separados por un escritorio y estrechan sus manos.
- Es un placer hacer negocios con usted, Sr Paik- dice uno de ellos, muy rubio, con una barba casi albina.
- El placer es mío, Sr. Hanso. Ahora debo retirarme, pasaré por el hotel a almorzar algo antes de ir al Aeropuerto para volver a mi país, si usted quiere acompañarme, será un honor para mi- dice Paik, esforzándose por ser gentil.
- Le agradezco, pero todavía tengo mucho que hacer, aquí en Dinamarca el tiempo es oro- le contesta Alvar Hanso acompañando a su invitado hasta la puerta de su oficina. Abre la puerta y se despide diciendo:
- Salude a su esposa, déle mis felicitaciones por el embarazo. Que tenga buen viaje, Sr. Paik-
Pero antes que cierre la puerta, una mujer que estaba sentada con un niño pequeño, en la sala de espera se abalanza sobre Hanso y suplica:
- Sr. Alvar, por favor, necesito saber algo de mi esposo!-
- Lo siento, en este momento no puedo atenderla- dice Alvar y finalmente da un portazo.
La mujer queda llorando sentada en unos sillones sin respaldo, donde el niño juega sin darse cuenta de la gravedad de la situación.
Paik, al notar que ella es oriental, igual que él parece sentir curiosidad y acercándose le pregunta:
- Puedo ayudarla?-
Aaron está sentado en la playa con su cabeza entre sus rodillas.
Mas atrás cerca de unos árboles están Kate y Jack. La mujer se excusa:
- Lo siento, pero no puedo asimilarlo aún, él ya no es el niño que conocí-
- Lo es en teoría, Kate- dice Jack sosteniéndose con unos de sus brazos en un árbol.
Ji Yeón se acerca hasta ellos como una tromba y exclama:
- No eres más que una perra, el infeliz ha pasado muchas desgracias para encontrarte, y tú ni siquiera le haz saludado-
- Ji Yeón, ella necesita algo de tiempo, no debes juzgarla- le dice Shephard
- No Jack, ella tiene razón, iré a hablar con él- dice Kate y se dirige hasta donde está Aaron.
En una mesa de un lujoso hotel almuerzan una mujer, un hombre y un pequeño niño.
- Hace dos años que dejé esa isla y no se que será del paradero de Pierre, mi esposo. Hubo una evacuación allí y el prefirió que el niño y yo, estemos lejos de cualquier calamidad que allí sucediera. Luego de aquello yo me establecí en Encino, y ya es la segunda vez que viajo a Copenhague para hablar con el Sr. Hanso, pero éste parece estar ocultándome la verdad- cuenta Lara al Sr.Woo-Jung Paik.
- No se preocupe Lara, Alvar ha negociado conmigo para que mis empresas construyan un barco, tengo entendido que es para hacer investigaciones en aquella isla. Le diré a Hanso que la embarque en él, cuando esté terminado- dice Paik tomando la mano de la afligida mujer.
Kate se sienta en la arena junto a Aaron. No sabe bien que decir, así que prefiere mantenerse en silencio.
El joven aún no levanta la cabeza de entre sus rodillas. Algunas de sus lágrimas caen en la arena, haciendo un pequeño pocito húmedo que el sol seca rápidamente. Con la voz entrecortada dice:
- Nunca renuncié a ti, a pesar de todo lo que me han contado. Mi abuela me decía que tu me habías robado, y por eso mi madre había quedado loca. Pero si quieres saber una cosa, no me importa si me robaste o no, ese tiempo que he pasado junto a ti, es lo único bueno que he tenido en esta vida-
Kate no ha podido evitar emocionarse. Ella pasa un brazo por su espalda y le dice:
- Ven aquí pequeño!-
Ambos se funden en un abrazo interminable donde las lágrimas y los recuerdos brotan cada vez más. Jack los observa sonriendo desde lejos.
Paik y la pequeña Sun están de paseo en California. La niña se acerca corriendo hasta un puesto ambulante de dulces. Le solicita un chocolate Apollo al vendedor, pero el no puede entenderla. Su progenitor la alcanza segundos mas tarde y le dice en coreano:
- El no te entiende, hija, tendrás que aprender ingles si quieres comunicarte con esta gente-
Y luego se dirige al vendedor diciendo:
- la mejor barra de chocolate para mi nena, por favor -
Mas tarde, ya en el hotel donde se hospedan el Sr. Paik arropa a su hijita en la cama y le dice:
- descansa Sun, mañana nos iremos a Corea con mamá-
Al ver que ésta se duerme sale de la habitación apagando las luces.
Ji Yeón permanece al lado de Jack, que observa la escena de Kate y Aaron.
- Bueno, muy conmovedor lo que haz hecho por el chico, pero me parece que te haz olvidado de la promesa que me hiciste- dice la joven dando unos aplausitos irónicos.
- No, jamás olvido mis promesas, así que ve afilando esa espada, porque esta misma noche tendrás la cabeza de Linus-
La pequeña Sun se despierta a medianoche, va en busca de su padre, al entrar en su habitación se da cuenta que el está en la cama con una mujer en una situación romántica. Sun queda petrificada observando esta escena. El Sr. Paik se levanta rápidamente del lecho y se cubre con una sábana. En ese momento, la pequeña reacciona y sale corriendo de la habitación.
- Lo siento Lara, tendré que arreglar este problema- se excusa el hombre con su amante, mientras sale tras la niña.
Paik y su hijita están en el aeropuerto. El hombre saca un paquete de su maletín. Parece ser un obsequio a juzgar por el papel que lo envuelve. Se lo entrega a la niña. Esta lo desenvuelve en silencio y se encuentra con una hermosa bailarina de cristal.
- Sun, tu eres como esta hermosa bailarina de cristal para mi, desde ahora no haré mas nada que rompa tu corazón, lo cuidaré igual que tu cuidaras a esta frágil bailarina, pero prométeme que no le dirás nada a mami de lo que viste anoche- dice Paik, agachado, para estar a la altura de su hija.
- No diré nada- responde la pequeña.
- Ji Yeón y yo nos iremos unas horas a resolver un problema- dice Jack a Kate y a Aaron.
- Los acompañaré- propone Austin
- No, quédate con el muchacho, recuperen el tiempo perdido- dice Jack mientras Kate asiente con la cabeza alegremente al tiempo que toma la mano de su “hijo”.
La joven y Jack parten en dirección a la jungla.
Lara está en su apartamento, muy enferma postrada en una cama. Una enfermera arregla su suero. Un hombre entra sin pedir permiso.
- Retírate Evelin- le dice el hombre a la enfermera.
La mujer sin abrir los ojos, reconoce la voz de la persona que ha entrado a su habitación y le dice:
- Qué haces aquí Woo-Jung Paik?
- Sun ha desaparecido, también mi yerno, necesito que me ayudes por favor- dice Paik
- Por qué te ayudaría? Recuerdo que tu me haz hecho una promesa que nunca cumpliste. Ese maldito barco, el que dijiste que me llevaría al lado de mi esposo…-
- Lara, éramos jóvenes, fui un egoísta. No quería perderte, pero ahora el “Helgus Antonius” ya esta en el astillero, casi terminado, pero necesito las coordenadas. - suplica el hombre.
Lara juntando fuerzas, lanza una carcajada y dice:
- Crees que es tan fácil? De todas maneras no viviré mucho y las cosas que hay en este apartamento terminarán en una venta de garaje. Abre el último cajón de la cómoda que esta junto a la ventana-
El hombre sigue las indicaciones de su ex amante, y al abrirlo se encuentra con un disco de jazz de Miles Davis y con un sobre de papel madera. Paik saca el sobre y lo abre. En su interior hay hojas con muchos números: “4 8 15 16 23 42, coordenada 325…”, el hombre lée sin entender. Guarda las hojas en el bolsillo interno de su saco.
- No te preocupes Lara, averiguaré como hacerlo, no olvides que nada es imposible para mi- dice Paik y sale de la habitación. La enferma mujer se queda sonriendo hasta desmayar.
Ji Yeón lleva a Aaron al despacho de su abuelo.
- Vámos, no te quedes ahí parado!- dice la muchacha tomando por un brazo al joven. Ambos se acercan hasta el escritorio del Sr. Paik. Ji Yeon saca una llave de su sostén y abre un cajón. Dentro hay unas hojas amarillas y unos cristales rotos. La joven saca las hojas y se las enseña al muchacho.
- Ves esto? Supongo que entenderás de que se trata. Se que estabas estudiando astrofísica teórica en la Universidad, allí en Australia, además de revolcarte en el lodo del vicio- dice Ji Yeón y agrega, ahora con una emoción aniñada, como si tratara de hacer una travesura:
- Con mi poder, sumado a lo que tú sabes, irémos a esa Isla -
Esta atardeciendo en la isla, Jack le señala a Ji Yeón un pequeño hombre que está junto a otros, que portan armas de fuego. Ellos no son vistos, ya que están a cierta distancia, agachados en la hierba.
- Ahí tienes lo que buscas; promesas son promesas- dice Jack a la muchacha y sonríe con cierta satisfacción.
LOST
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